LA INVESTIGADORA MARY CASWELL STODDARD JUNTO A LA COLECCIÓN DE HUEVOS DE AVES DE LA PRINCETON UNIVERSITY - EFE
¿Sabía que los huevos puestos por los colibríes tienen forma de elipse, los de los búhos son esféricos, los que ponen las aves playeras son ovoides y puntiagudos, o que los de los zarapitos europeos se asemejan a una lágrima? Son sólo algunos ejemplos de una lista de formatos en la que hay prácticamente de todo.
A la ciencia todavía le falta responder a una sencilla pregunta: ¿por qué y cómo evolucionaron los huevos dando lugar a una diversidad tan amplia de formas y aspectos?.
Un equipo internacional de científicos ha efectuado un sorprendente hallazgo en sus investigaciones para dar respuesta a ese misterio, al descubrir que la forma del huevo está relacionada con la capacidad de vuelo del ave, y que la membrana del huevo puede jugar un papel clave en la determinación de su forma.
Según estos científicos, es posible que las aves capaces de volar con mayor fuerza hayan desarrollado unos cuerpos aerodinámicos, lo cual influyó en la configuración de sus órganos internos, incluido su sistema reproductivo.Añaden que esto, a su vez, habría influido en la forma que un huevo adquiere al moverse a través del oviducto del pájaro, el tubo por el cual pasa un óvulo después de dejar el ovario, y tras ser fecundado por un espermatozoide se va rodeando por la clara, la membrana y la cáscara, para finalmente formarse el huevo.
El equipo liderado por las universidades estadounidenses de Harvard y Princeton, y en el que participaron investigadores del Reino Unido, Israel y Singapur, analizó las formas características de casi 50.000 huevos de alrededor de 1.400 especies de aves de todo el mundo, tanto por medio de fotografías como de pruebas físicas de laboratorio, utilizando métodos e ideas de las Matemáticas, la Física y la Biología,.Estos científicos elaboraron un mapa de las formas de los huevos en el mundo comprobando, por ejemplo, que los más asimétricos son los del ‘Least Sandpiper’ americano, y los más elípticos, con forma de sandía, son los del ‘Maleo’, una especie indonesia que incuba sus huevos enterrándolos en la arena o en los suelos volcánicos calentados por el sol.
“Muchos científicos se han sentido fascinados por la forma del huevo”, declara Mary Caswell Stoddard, profesora de Ecología y Biología Evolucionista de la Universidad de Princeton y autora principal del estudio.“Los biólogos se han preguntado por qué evolucionaron diferentes formas de huevo y qué funciones cumplen. Los matemáticos se han preguntado cuál es la mejor manera de cuantificar la variación de la forma del huevo, y los ingenieros han explorado las propiedades mecánicas de diferentes formas ovoides”, señala.Caswell Stoddard enfatiza: “mis colegas y yo estábamos intrigados por la diversidad de formas que observamos en los huevos, desde la esférica en los búhos hasta la elíptica en los colibríes pasando por la puntiaguda en los ‘guillemots’ (aves marinas). Hemos descubierto que el vuelo puede influir en la forma del huevo. Hemos encontrado que los pájaros que son buenos voladores tienden a poner huevos asimétricos o elípticos, y además creemos que la responsable de generar la diversidad de formas de huevo que vemos en la naturaleza es la membrana elástica que poseen, y no su cáscara dura”.
Los científicos comenzaron con la simple observación de que la forma de un huevo no está determinada por la cáscara, ya que al disolver, tanto la cáscara calcificada como el huevo sin cáscara, la membrana en la que está envuelto todavía conserva su forma.En base a todos los datos desarrollaron un modelo matemático que tiene en cuenta los cambios en el grosor de la membrana del huevo en función de su localización, y los grados de presión a los largo de la membrana.
Este procedimiento permite generar una amplia variedad de formas de huevo, abarcando toda la gama de muestras observadas.
Publicado en http://www.eldia.com/nota/2017-9-3-7-44-25-sorprendente-hallazgo-sobre-las-distintas-formas-que-tienen-los-huevos-de-las-aves-revista-domingo