Así definió la situación Santiago Perea, secretario de CAPIA. La fuerte presión tributaria, los costos altos, la caída del consumo y de las exportaciones son algunas de las variables que complican el escenario. “Sino se revierte esta situación rápidamente, las consecuencias van a ser muy graves” destacó Perea en QM Agro.
“Construir una actividad y hacerla crecer lleva décadas de mucho sacrificio y capital, pero puede destruirse en días”, declaró Santiago Perea, Secretario de la Cámara Argentina de Productores Avicolas, quien pronosticó el cierre de fábricas, menor producción y pérdida de empleo para los próximos meses.
En los últimos diez años, el sector avícola logró posicionarse como segunda opción después de la carne vacuna, supo ganar espacios con inversión propia y conquistar mercados externos.
Según comentó el directivo de CAPIA, la actividad se desarrolló de forma explosiva y se triplicó cuando las condiciones estuvieron dadas, sin embargo, en la actualidad, el sector está viendo cómo hacer para no desaparecer achicándose y desarmando inversiones.
En relación a las negociaciones de los productores avícolas con las empresas privadas, Perea destacó: “las relaciones son malas con todo el mundo, el sector está en muy mal momento y eso repercute en toda la cadena”, y agregó que, aunque existieron reuniones con funcionarios del gobierno, no hubo ninguna solución concreta.
“El mercado externo para el sector viene frío, tratamos de fermentarlo para descomprimir el mercado interno, pero no se ha podido consumar porque no competimos en el mundo y estamos muy atrasados en nuestro tipo de cambio”, expresó el Secretario de la entidad avícola y explicó que tampoco se debe reducir el problema al tipo de cambio, ya que sería minimizar la situación: “Aunque hubiera una corrección sobre el mismo, con la inflación que hay ¿cuánto tardás en perderla? No se puede construir un mercado externo pensando sólo en los próximos tres meses”.